lunes, 19 de octubre de 2009

Bienvenida

Siempre ha sido una de mis pasiones. A veces me pregunto que le veo a echar los pulmones por la boca, subir empapado y con los ojos clavados en el suelo y preocupandome solo de dar un paso más, para llegar arriba, disfrutar unos momentos de la vista y bajar porque el viento helado amenaza con convertirte en un muñeco de nieve.
Y sin embargo, cada vez más, cuando tengo un hueco me apetece subir. Donde sea, paseo, ascensión, ruta, travesia, llamalo como quieras, pero llenandome de polvo o barro en cualquier camino o sendero.
La idea es compartir sitios, rutas y vivencias.

1 comentario:

  1. ¿Quizá la explicación sea la bendita locura de la pasión por la naturaleza, el gen atávico que nos lleva a olvidar todo y retomar las sendas de nuestros orígenes humanos? Quizá sea sencillamente,el disfrutar de la grata y a veces sensual libertad de estar en la montaña

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